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si he podido sostener toda la nada entre mis brazos

el mundo puede descansar en mis orillas

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...al fin (audiovisuales)

...a través de la voz de tu diseño (gráficas)

...en principio (dibujos)

...oigo esa palabra (audios)

...sueños



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Despojada hasta del viento que soplara sobre mí, lejana y húmeda,

quise adormecer los árboles

y entre los árboles soñar… mi hogar, mi aliento.


Despertar tendida entre las sombras fue el designio,

amada por la noche, a un lado de la luna,

esperando creer que te esperaba.
 

0


.
. .. . .. ... .. . .


Si pudiera decir, diría. Extraño es el calor de las ausencias.  
Algunas palabras de consuelo, digo, que si pudiera, las diría.

La búsqueda del juego hacia el remanso, que quizás esté, no sé, 
como el legado feroz de algún sueño ajeno que me sueña.

Si pudiera soñar, dormiría de pié, callando los abismos.  

Si pudiera no temer aquello que no puede ser nombrado,
reduciría el descanso a sólo un acto de ternura fatal.

Si esta lucidez me permitiera macerar la fruta del olvido y así, 
olvidando, 
caer ante el gesto sensual de la simpleza... 
Si pudiera, digo...



. . .



entendimiento . asi ha de ser servido y vaciado . carecedesentidoentendercarecedesentidoentender



e n t e n d e r . el . s e n t i d o .

se siente, cariño?


...


.
.
.
. esperanza
. .. justo es
. . sacrificar la esperanza
. al instante!
al fin hallar es el fin


al fin
es el fin

d e s p e r t a r e s t a m a ñ a n a estando ahí











no es que me haya quedado sin vos
no es
es que me quedo así
acariciando el tiempo
sin nada que ver
viendo la nada
no es
es que me quedo así

yo , si ha existido yo, una hoja
s i g o sin nada
que decir



que intrínseco
s e v e t o d o




desde este s i l e n c i o

a través


... de la ventana
del cuarto que es el living
y el jardín de invierno
y el rincón inexistente ...




Ocurrió que aquella mañana no desperté
ni las siguientes
hasta hoy.

Ocurrió que han pasado años
desde aquella mañana
en la que el bostezo del sueño me tragó.
Así como lo digo.
Así ...


mIS sUEÑOS sE fundieron eN eL sUEÑO.
Y hoy
aquellos labios de esa misma boca
en un nuevo bostezo

me devuelven
a una secreta vigilia
ya besada.


o  m  b  l  i  g  o







.
.
.
la nada ACARICIANTE
acariciante la
PURA quietud LA GLORIA
la gloria el punto
p u n t o de la pena llaa tristeza
para ignorar la pena
.
.
.





Todo
lo que hice y lo que no
Fue
hecho para 
Ser
Sin propósito



 Estaba el silencio
y nuestros crímenes.








Sobre la hornalla el guiso último de un invierno acostumbrado a despedidas.







Estaba todo.

 



 

- Entonces me fui.
- Entonces me quedé.
- Entonces pasó.

Espuma de los tigres rabiosos que no fueron!




uno: - Si pudiera decir, lo diría.
otro: - Le dije: … una soledad desesperante, 
uno: - Extraño…
otro: - mi tesoro se envilece.
uno: - el calor de las presencias, alientos.
otro: - Le dije: cuenta las plegarias. 
uno: - Algunas palabras de consuelo, digo, que si pudiera, las diría.
otro: - Calla el lobo…, le dije. 
uno: - La búsqueda. El remanso, que quizás esté, no sé,
otro: - No hubo más; no hay más, si se me acercara… 
uno: - …como el legado feroz
otro: - …me volvería. 

uno: - …de algún sueño ajeno
otro: - Verme, podés ¿no?, 

uno: - …que me sueña.
otro:  - pensé.


uno: - Si pudiera soñar, dormiría de pié…
otro: -
Mis ojos, vuelvo a ellos, 

uno: - …callando los abismos,
otro: - a esas estrellas tan cercanas;

uno: - Si pudiera no temer aquello que no puede ser nombrado,
otro: - a ellos, los esquivabas, eso es algo que no viste, o sí. 

uno: - reduciría el descanso a sólo un acto de ternura fatal.
otro: - Yo, te miraba. 

uno: - Macerar la fruta del olvido… y así, olvidando…
otro: - Infinidad de momentos... 

uno: - …caer ante el gesto sensual de la simpleza.
otro: - de cara al jardín el árbol fue testigo, se detuvo el mundo…

uno: - Si pudiera. Digo.
.
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voy a intentar apalabrarme cada día menos sílabas letras necesariamente una pérdida más para volverme donde sólo ha de caber el hálito un único inequívoco origen de esta travesía puedo partir hoy partirme sin
v u e l t a s tengo ganas puedo p a r t i r hoy serenamente

.
.






                    h o y   e s ,

                                         m i é r c o l e s







Llovía mucho y llegué con el sobretodo empapado, toqué el timbre, nadie atendió. Cuando estuve a punto de retirarme escuché una voz desde el fondo de la casa.
-Adelante, está abierto -dijo Malena.
Entré y dejé el abrigo en el perchero de la entrada, la bufanda y los guantes. Caminé hasta la cocina. Desde la ventana la vi regando las plantas en el medio del patio bajo aquel chaparrón, con sus botas de lluvia, el desavillé descolorido. El balde era de metal, tan pesado que llegaba a doblarla.
Malena es delgada, su palidez es casi transparente, su voz es muy suave, apagada, y tiene unas ojeras increíblemente violetas.
Me observó unos segundos desde el patio, sonreía mientras la lluvia la inundaba. Entró tranquilamente a la cocina por la puerta de atrás.
-Hola Mauricio, Esteban no está, hoy va a llegar tarde, ¿querés esperarlo?
Llenó la pava, sacó dos tazas y el té de hebras.
-No si esperarlo pero acepto un té -dije, y prendí un cigarrillo.
Acercó un cenicero a la mesa.
-El único que hay en la casa, Esteban dejó de fumar hace un mes, igual dejé uno para las visitas.
Agachó la cabeza, se miró las botas, el desavillé y acarició su rostro con lentitud.
-Todos los miércoles tengo que regar las plantas y hoy es miércoles ¿no Mauricio?
-Sí -le dije- hoy es miércoles.
La pava comenzó a bullir. Me levanté y la saqué de la hornalla.
-Andá a cambiarte la ropa mojada Malena, te vas a enfermar. Yo preparo el té.
-¡Qué maravilloso día! ¿no Mauricio? -gritó desde el baño -ojalá no pare por un mes, es lo único que deseo, las plantas lo necesitan. Igualmente yo tengo que regarlas todos los miércoles llueva o no.
Preparé el té y los serví en las tazas blancas y limpísimas, los llevé a la mesa. Miré a través de la ventana, las nubes cubrían todo el cielo. Prendí otro cigarrillo y me senté.
Malena salió del baño con una toalla en la cabeza y una bata amarilla, estaba descalza, sus pies eran pequeños y blancos como las tazas.
-¿Esteban fue a Pergamino? –pregunté mientras la veía entrar en la habitación –anteayer me dijo que tendría que viajar.
-Sí –contestó –Hoy es miércoles ¿no Mauricio? –dijo al volver a la cocina. Se había puesto un suéter rosado y una pollera que le llegaba a las rodillas, seguía descalza, tomó su taza y miró a través de la ventana. Sus tobillos eran tan angostos que podría cerrar mis manos al tomárselos.
-Mauricio –susurró manteniendo la mirada en la lluvia que seguía cayendo -¿vos crees que durará un mes más?
-Cómo podría saber eso Malena –contesté mientras tomaba el té.
-Digo que si se me concede el deseo de llover un mes mas sería feliz como las plantas ¿entendés?
-Sí, entiendo, quizá como viene es posible Malena, es posible.
Se dio la vuelta, sorbió un poco de té. Sus dedos finos y largos rodeaban la taza. Noté que las uñas estaban muy cortas, arrancadas por los dientes.
La miré y me sentí a la orilla de un océano sin nombre. Afuera aún estaba oscuro y se oía la lluvia rebotar en los charcos del patio.